Mayo de 2016. Muy temprano para hablar de
candidaturas presidenciales. ¿O no? ¿Quiénes tienen posibilidades de ser
presidente de Colombia en 2018? Según las cuentas de César Caballero, hoy en
Colombia hay por lo menos 35 precandidatos presidenciales. La pregunta es quién
va a ser candidato presidencial de verdad.
Comencemos por la derecha. ¿Repetirá
Óscar Iván, después de la cantidad de votos que obtuvo en las elecciones
pasadas? Hoy, exiliado en Miami, no parece probable. ¿Buscará el Centro
Democrático una figura interna nueva, como Iván Duque? No estaría mal. ¿O dará
Álvaro Uribe su bendición al procurador Ordóñez? No sería raro. Por ahora,
suena lo más probable que Ordóñez sea el candidato de Uribe, del Centro
Democrático y de una parte del Partido Conservador.
¿El Partido Conservador? La pregunta es
si se unirá al Centro Democrático, o si tendrá candidato propio. Marta Lucía
tiene muchas ganas, y seguramente volverá a intentar. Si el partido no tiene
candidato propio, perderá mucho como fuerza política. Pero hoy luce más
probable que el conservatismo adhiera al uribismo que viceversa.
¿Cambio Radical? Tiene un candidato
cantado: Germán Vargas Lleras. Es el candidato del establecimiento (más
político que económico). Es un fuerte contendiente. A su favor su experiencia
pública y su récord como ejecutor en temas de vivienda e infraestructura. En
contra su salud y su mala imagen. Y es una incógnita su postura frente al
proceso de paz. Ahora que es vicepresidente, no lo ha atacado, pero tampoco lo
ha apoyado. Algunos dicen que una alianza entre Cambio Radical y el Centro
Democrático no sería probable, debido a la distancia personal entre Uribe y
Vargas. Yo no pienso lo mismo: ahí no hay química personal, pero hay química
ideológica. Aquí puede haber una de las volteretas interesantes de la política.
¿Los independientes y verdes? Aquí está
Sergio Fajardo. Tiene un gran espacio, porque no tiene la opinión en su contra.
Puede hacer una gran campaña en contra del establecimiento político. Va a sacar
muchos votos. La pregunta es si le van a alcanzar para ganar. La coyuntura está
dada para que un candidato de sus características pueda hacer una gran campaña.
¿La U y el Partido Liberal? Ganas tienen
muchos. Vuelo, muy pocos, prácticamente ninguno. Esto es particularmente cierto
para la U. El único rumbo sensato es una coalición U-liberalismo, pero Santos
no se movió en esa dirección con el último gabinete ministerial. Se especula
que el candidato del Partido Liberal será Humberto de la Calle, con el apoyo de
César Gaviria. Para que vuele, hay que apoyarlo bastante. No tiene los votos,
pero tiene la talla presidencial. Es un hombre medido y ponderado. Hay que
evaluar qué tanto el escándalo de los Panama Papers puede afectarlo. Si llega a
ser el candidato del liberalismo y del gobierno, puede ser un candidato fuerte.
¿La izquierda? Petro y Robledo. La
pregunta es si pueden presentar una candidatura unida. Parece difícil. Petro va
a tener muchos votos (10 o 15%). No va a ganar, pero algunos candidatos no
podrán distanciarse mucho de él, porque sus votos serán importantes. Quizás la
coyuntura internacional, en la cual la izquierda latinoamericana está
implosionando, víctima de sus propios errores, afecte a nuestros zurdos
locales.
Hoy luce que los dos candidatos para
segunda vuelta serán Vargas Lleras y Fajardo. A mi juicio, el que puede dañar
ese caminado es de la Calle. Para Vargas, la pregunta es: ¿Santos, o Uribe?
Para Santos, la pregunta es: ¿Vargas, o de la Calle? Ni Vargas ni Santos responderán
pronto. Pero yo creo que Vargas se acercará a Uribe y Santos estaría mejor
yéndose con de la Calle, aunque esta última fórmula tiene el problema de ser
una coalición de débiles. Para de la Calle es fundamental que la opinión
ciudadana sobre el proceso de paz mejore: una tarea de titanes.
Aunque Vargas Lleras no parece tan fuerte
como en el pasado, hoy luce que la campaña presidencial puede terminar en un
toconvar: todos contra Vargas. Aquí la gran pregunta es si las fuerzas
u-liberales y las independientes-verdes pueden juntarse efectivamente
contra Vargas. Es poco probable que aquí haya una coalición explícita, pero
quienes no “gustan de” Vargas Lleras (la mitad de la población) y que tampoco
son de izquierda, vistas las cosas hoy, tendrán que escoger entre Fajardo y de
la Calle.
Hay elecciones que son de gigantes. Hay
otras elecciones que son de enanos. Hay otras que son de enanos y gigantes. La
de 2018 parece ser de este último tipo. En este caso, la pregunta es: ¿podrán
los enanos tumbar a los gigantes, o podrán los gigantes poner orden entre los
enanos? Por ahora se puede decir que las elecciones presidenciales de 2018
lucen ideológicamente muy diversas y que el juego de las coaliciones va a ser
muy importante. Ojalá el país no se incline por un juego de fanatismos de extrema
derecha e izquierda, sino de medios.
Como se dice en TV, ¡espere el próximo capítulo de
esta saga emocionante! ¡Esto apenas comienza!
PS: No bien había escrito lo anterior, Andrés Cadena, de McKinsey, me escribió diciéndome que mi lista era incompleta, y que eso podía alterar el análisis. En particular, él mencionó a Luis Alberto Moreno y a Juan Carlos Pinzón. De los dos tengo la mejor opinión. Moreno, recién reelegido en el BID, me parecería raro que renunciara para ser candidato presidencial en Colombia. Pinzón es un gran tipo. Quizás se lance. Es de la entraña de Santos. Quizás le falta un hervor: no creo que mucha gente lo conozca.
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